El término hipster se ha utilizado en los últimos años a modo despectivo por ser, como todas las corrientes culturales, algo que simplemente surgió de repente, por un deseo en los jóvenes de ser diferentes en tiempos de tantos cambios.
En la moda, este movimiento saca del armario las viejas camisas, los pantalones altos de mamá, los suéteres tejidos y los lentes de aviador de papá. En un esfuerzo de retomar una época que no vivimos y guarda grandes tesoros. Los grandes diseñadores han tomado ese comportamiento y los han fusionado creando prendas actuales en cuanto corte, colores y texturas que nos hacen lucir femeninas y sacan lo mejor del pasado.
Imprescindibles
Regresa el cuero en todas sus formas y expresiones: faldas, mini faldas, crop tops, pantalones y blusas. Los colores van hacia el viola, vinotinto y por supuesto, el negro y gris.
Lentes y sombreros al estilo 80s seguirán siendo los accesorios que llevarás en tu mochila de cuero. Grandes brazaletes de plata o con ornamentos muy retro estarán en escena.
Los collares vendrán más llamativos que nunca, puedes combinarlos con blusas o camisas en colores neutro para que luzcan como parte de la prenda y eleven tu look a otro nivel.
Los vestidos ajustados con transparencias y las micro faldas en negro y colores como azul rey o frambuesa son la tendencia. Mi madre utilizaba este tipo de vestidos entallados y ya veo porque nunca se han ido ¡Son alucinantes!
Las blusas semi-transparentes con cuellos bebé han pasado a ser prendas básicas, por la elegancia y la sutileza que brindan a nuestro look. En vestidos de lunares o pequeños corazones son preciosos, realza nuestra femineidad al máximo.
Maquillaje y Peinado
Nuestro mejor amigo es el delineador liquido o plumón negro. Aplícalo al mejor estilo vintage con el famoso “rabillo” con una base color hueso de sombras, marca sutilmente tus cejas con sombra y termina el look con un labial rojo, coral o vino. El secreto: aplica una buena base para fijar los colores por más tiempo y sin imperfecciones.
En cuanto al cabello, la tendencia es una melena con puntas sutilmente onduladas o un corte súper corto, siempre con un flequillo que nos de una linda forma a nuestro rostro.
Lo más divertido de este estilo es que podemos jugar con el pasado y el presente como queramos, siempre y cuando no seamos una caja fuerte (solo ella conoce la combinación) Vamos a sentirnos a gusto con lo que somos y a proyectarlo. ¡Felicidad!
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